A raíz de la aprobación del Plan del Río Merced y la designación del río como Silvestre y Escénico, nuestro equipo se embarcó en un proyecto transformador en el Valle de Yosemite. ¿Nuestra misión? Armonizar las necesidades de los visitantes con la preservación ambiental en uno de los paisajes más icónicos de América.
En Yosemite Village, diseñamos una serie de mejoras estratégicas. El estacionamiento de uso diario fue reubicado, para crear una nueva plaza de llegada que muestre tanto el dramático entorno natural como la eficiencia en el flujo de visitantes. Este espacio reimaginado ahora presenta áreas de reunión cuidadosamente diseñadas, lugares de picnic, asientos y conexiones de senderos, complementados por una conveniente parada de transporte y atractivas exhibiciones interpretativa. En un esfuerzo por apoyar la restauración de humedales y optimizar los patrones de tráfico, también desviamos Northside Drive.
A lo largo de este proceso, nuestro enfoque permaneció firme: mejorar la experiencia del visitante mientras salvaguardamos la belleza prístina de Yosemite. Al adherirnos a regulaciones ambientales estrictas, hemos demostrado que el desarrollo sostenible y la preservación natural pueden coexistir, incluso en los parques nacionales más preciados. El resultado es un Yosemite Village que no solo satisface las necesidades de los visitantes modernos sino que lo hace de una manera que respeta y celebra sus alrededores inspiradores.